ADMINISTRACIÓN POR VALORES
La Administración por Valores (ApV), se basa en valores. El verdadero liderazgo es, en el fondo, un dialogo sobre valores. El futuro de la empresa se configura articulando valores, metáforas, símbolos y conceptos que orienten las actividades cotidianas de creación de valor por parte de los empleados.
En otras palabras, hay que dar forma humanizada al propósito estratégico básico de la empresa, que es, por supuesto, sobrevivir obteniendo los máximos beneficios económicos.
De hecho, la ApV viene a ser una especie de marco global para diseñar continuamente la cultura de la empresa, de forma que se generen compromisos colectivos por proyectos nuevos e ilusionantes.
Si se desea un rendimiento profesional de alta calidad, los factores cualitativos o valores, tales como: confianza, creatividad, honestidad o belleza son tan importantes o más que los conceptos cualitativos económicos tradicionales, como: eficiencia o retorno sobre la inversión.
En definitiva una organización empresarial es esencialmente un conjunto de cerebros o tecnoestructuras cognitivas y emocionales. Un conjunto de paredes, máquinas y capital, no es nada, es un conjunto muerto, al hablar de que le medio psicológico es tan importante para una empresa que muchas veces pasa inadvertido a los profesionales de la dirección de la empresa.
1. Pasos del proceso de APV
o aclarar o definir nuestros
valores, propósito y misión como empresa u organización
o comunicar nuestros valores y nuestra misión a todos los participantes o alinear nuestras prácticas diarias con nuestra misión y nuestros valores.
2.
Proceso para aclarar o definir los valores institucionales
o obtener aprobación del propietario
para implantar el proceso de APV
o los directivos aportan su punto de vista en cuanto a valores institucionales o el equipo administrativo, en ausencia del gerente, se manifiesta al respecto o los directivos y el equipo administrativo comparten y comparan posiciones o los grupos de enfoque de empleados aportan sus ideas en la materia o los participantes externos opinan y convalidan la declaración de valores o formulación y expresión de una declaración de principios o código de conducta institucional, para su aprobación final en el Consejo.
3. Metodología de implantación
A cada uno de los
pasos o fases del proceso de APV corresponde una serie de acciones para
establecer su implantación:
Primer Paso:
Aclaración o definición de valores:
o es indispensable la participación
de todos los miembros de la empresa, internos y externos, a fin de que
auténticamente se trate de una declaración de principios institucional.
Segundo Paso:
Comunicación o difusión de valores:
o es necesario el recurso a las
actividades de integración del personal de la empresa, como reuniones,
celebraciones, etc.
o emplear materiales como carteles, folletos, tarjetas de motivación y otros o recurrir a mecanismos de comunicación formal, como informes y artículos o valerse de comunicaciones informales, como memorándums, correos electrónicos, etc. | ||||
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4. Reacciones que se generan
El cambio
organizacional requerido por la APV genera reacciones que descubren una
secuencia clara para establecer medidas preventivas. El proceso pasa por, al
menos tres etapas, desde una primera en la que suele opinarse que la APV es
conveniente y debe hacerse, hasta la convicción de que es necesaria para los
otros y no para mí, pasando por un segundo momento donde se da la sensación de
que se trata de un proceso largo y continuo, para al fin llegar a una tercera
donde prevalece el convencimiento de que se atiende una tarea útil, necesaria,
interesante y que requiere de la participación de todos.
5. Guía para la toma de decisiones
Una vez implantada,
la APV exigirá una gran congruencia en cuanto a la toma de decisiones, "hacia
delante"; conviene, en consecuencia, valerse de las respuestas, en cada caso, a
preguntas como las siguientes: ¿Cuáles son los valores implicados en tal
decisión?, ¿A quiénes afecta directamente la acción?, ¿Cuál es la acción
adecuada ante tal situación?, etc.
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Es posible, sin la menor duda, como consecuencia de estas estrategias de promoción de los derechos de las personas, la responsabilidad social y el bien individual y común hacia el interior de las organizaciones y las empresas, darle al mundo un color y un tono más congruente y más humano. |
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